Arvejas: un cultivo rentable y beneficioso para el suelo.

El cultivo de arveja permite aprovechar el invierno para obtener un producto de excelente calidad y, al mismo tiempo, preservar las condiciones del suelo. Recomendada por su aporte de nitrógeno y alta eficiencia en el uso del agua, esta legumbre puede marcar una diferencia significativa en el rendimiento de los cultivos de verano. En este artículo se destacan algunos de sus beneficios como alternativa a los cereales de invierno, además de posicionarse con un buen retorno de la inversión.

En los últimos años, las áreas sembradas con arveja en la Argentina han crecido ligeramente debido al aumento de la demanda mundial de legumbres, al alza de los precios internacionales y a la apertura de exportaciones a China, el principal consumidor con un mercado de 2,2 millones de toneladas.

Para ser competitivos, es necesario hacer ajustes en toda la cadena y mejorar la cantidad y calidad de la producción nacional. Si China comprara toda la arveja argentina, se necesitarían alrededor de un millón de hectáreas, ampliando las áreas de cultivo más allá de las tradicionales del sur de Santa Fe, Entre Ríos y norte de Buenos Aires.

En cuanto a sus beneficios, Gabriel Prieto, especialista en cultivos de invierno del INTA Arroyo Seco, declara: “Las legumbres pueden marcar la diferencia en los cultivos de verano. No solo porque tienen un consumo de agua menor que el trigo o porque dejan un mejor balance de nitrógeno en el suelo, sino que, además, desocupan el lote de 10 a 20 días antes y permiten asegurar más recursos para el cultivo sucesor.”

La arveja (Pisum sativum) pertenece a la familia de las Fabáceas (leguminosas), subfamilia Papilionoidea. Las variedades cultivables tienen un hábito de crecimiento indeterminado y muestran una respuesta fotoperiódica cuantitativa a los días largos.

Las etapas desde germinación están en función de la temperatura, debiendo acumular a la emergencia entre 120 y 166 °C (Tb=0), mientras que, a floración, necesita acumular entre 650 y 700 °C, dependiendo de la variedad.     

Beneficios múltiples

Implementar la arveja dentro del plan de rotación de cultivos ofrece varias ventajas, ya que al ser una leguminosa de invierno es una alternativa a cultivos como trigo y cebada. Su ciclo es relativamente corto y permite, dependiendo de la zona, siembras desde fines de junio hasta mediados de agosto.

En cuanto a la cosecha, esta suele llevarse a cabo desde fines de octubre a principios de noviembre, siendo una opción atractiva que libera el lote tempranamente, de 15 a 20 días antes que el trigo. Así, ofrece la posibilidad de sembrar cultivos de segunda.

Como leguminosa que se inocula, favorece la absorción del nitrógeno atmosférico, quedando disponible también para el cultivo posterior. Algunos estudios mencionan que, a través de la simbiosis, esta puede aportar hasta 180 kg de N/ha, aunque gran parte de este nitrógeno se exporta del sistema productivo junto con los granos.

Además, debido a la densidad de plantas del cultivo y a su sistema de raíces pivotantes, la arveja actúa como un subsolador natural del suelo. Esta característica favorece la infiltración del agua de lluvia y ayuda a prevenir el escurrimiento, lo que a su vez reduce la erosión de los campos en la zona tradicional.

Otra ventaja significativa es su menor consumo de agua en comparación con algunos cereales de invierno requiriendo, por ejemplo, 100 mm menos de agua que el trigo. Además, la arveja ofrece una versatilidad considerable: se pueden comercializar los granos, tanto para el mercado externo como interno, o puede ser utilizada como forraje directo o ensilado, e inclusive como cultivo de cobertura antes de la siembra de maíz, girasol o soja. Esta diversidad de usos amplía las opciones y brinda flexibilidad en la rotación de cultivos.

Variedades

En el Instituto Nacional de Semillas (INASE) existe una buena cantidad de variedades inscriptas como comerciales, todas ellas con características diferenciales tales como color de la semilla (verdes y amarillas), textura del grano (lisas y rugosas), característica de la planta (foliosas y semiáfilas o zarcillosas) y peso de 1000 semillas, que va desde los 150 gr hasta más de 300 gr.

Si bien en la Argentina la arveja verde se convirtió en la principal protagonista, tanto en la producción como en el consumo, a nivel global la arveja amarilla es la que se posiciona como la variedad destacada en términos de producción. Actualmente, ambas variedades comparten gran parte del área productiva del país.

Area sembradas - Ragt

La arveja verde se exporta fundamentalmente a Latinoamérica y Europa, mientras que la amarilla, además de enviarse a mercados asiáticos, tiene un uso creciente en la elaboración de aislados proteicos destinados a la fabricación de sustitutos cárnicos.

Las variedades de arveja tienen un ciclo corto y se siembran típicamente desde fines de junio hasta mediados de agosto. Es un cultivo sensible a las bajas temperaturas durante la germinación, ya que esta tarda más tiempo en ocurrir, por lo que se recomienda evitar la siembra cuando se pronostican lluvias y frío extremo.

Una vez que ha emergido, la arveja tolera bien el frío, incluso temperaturas de 0°C. En suelos con alta cobertura, las heladas fuertes pueden causar daño a las hojas más tiernas, pero en general estas se recuperan normalmente. Sin embargo, después de la floración, periodo en que se establece el número de granos, es muy susceptible tanto a las altas temperaturas como a las heladas, lo que puede resultar en el aborto de semillas y la caída de frutos.

Genética europea

La demanda global de alimento exige un cultivo rico en proteínas. En esa línea, RAGT ofrece nuevas variedades de arvejas con genética europea, con materiales primaverales e invernales de alto rendimiento, seleccionados por su alto nivel proteico que permiten generar un alimento de aporte nutritivo diferencial. Respondiendo al aumento de la demanda internacional de la arveja amarilla, especialmente de los mercados asiáticos, desde la compañía destacan las variedades RGT Orchestra y RGT Astronaute.

 RGT ORCHESTRA, es una nueva variedad de arveja amarilla de ciclo Intermedio – Primavera, variedad con genética de elite, disponible en varios países del mundo, que se destaca por su alto contenido de proteína. Ofrece un alto potencial de rendimiento que en Europa oscila entre 7000 y 8000 kilos por hectárea.

En la Argentina, por diversos factores, esos rendimientos no son alcanzables, pero en zona núcleo el promedio está cercano a los 4000 kilos por hectárea. También ofrece una muy buena estabilidad en distintos ambientes productivos, asegurando un excelente porte de planta a cosecha minimizando el vuelco, con una muy buena calidad de grano amarillo, redondo y liso.

Mas información en: https://ragt-semillas.com.ar/wp-content/uploads/2024/04/Ficha-Tecnica-RGT-Orchestra.pdf

 

Por su parte RGT ASTRONAUTE, es una variedad de arveja amarilla de ciclo Intermedio – Primavera, con tres fortalezas principales: adaptación, rendimiento y estabilidad. Se destaca por su adaptabilidad a diferentes ambientes productivos, excelente porte a cosecha con notoria resistencia al vuelco, y altísimo potencial de rendimiento, con muy buena calidad de grano amarillo, redondo y liso.

Mas información en: https://ragt-semillas.com.ar/wp-content/uploads/2024/04/Ficha-Tecnica-RGT-Astronaute-1.pdf

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