RAGT, más de un siglo de innovación en cereales de invierno.

Con más de 100 años de historia en Francia, la compañía lidera el mercado europeo de cereales de invierno. En Argentina, desarrolla trigos priorizando rendimiento, calidad y sanidad, utilizando biotecnología, drones, e IA para optimizar sus avances.

Con más de 100 años de historia, el nombre de la compañía RAGT surge de las iniciales de cuatro regiones del sur de Francia (Rouergue, Auvergne, Gévaudan y Tarnais), donde se fundó esta semillera que hoy en día lidera el desarrollo de cereales de invierno en Europa.

En la actualidad, y como resultado de su compromiso constante con la investigación y el mejoramiento genético, además de una inversión anual del 18% de su volumen de negocios, cada año logra inscribir más de 250 variedades en 48 países, incluyendo maíz, girasol, sorgo, gramíneas y leguminosas forrajeras, trigo, triticales, cebada, soja, arveja y colza, entre otros cultivos vegetales.

Su área de Investigación y Desarrollo (I&D) cuenta con una red de 23 estaciones de investigación en Europa, 63 sitios experimentales externos, 53 programas de investigación en 280.000 parcelas experimentales y cuatro laboratorios de alta tecnología enfocados en análisis de calidad, fitología y biometría.

Gracias a una constante inversión en I&D, en la actualidad RAGT desarrolla variedades con mejoramiento genético tradicional, sumando nuevas tecnologías que le permiten reducir los plazos de desarrollo en casi un 40%, pasando de diez años a solo seis años, cumpliendo todas las etapas y procesos necesarios.

Estas tecnologías son:  invernáculos controlados, marcadores moleculares, selección genómica y laboratorios de calidad, además de la implementación de inteligencia artificial (AI) y fenotipado digital.

Desarrollo de trigos en Argentina

 

En Argentina, RAGT cuenta con campos experimentales en las localidades bonaerenses de Salto y Balcarce, donde se desarrollan las nuevas variedades adaptadas a la región, a cargo de Marcos Kaspar, Breeder Senior de Trigo RAGT Argentina, quien comenta cómo trabajan el desarrollo de las nuevas variedades de trigo.


– ¿Cuándo se iniciaron los trabajos de Investigación y Desarrollo en el país?

-MK: Hace aproximadamente siete años comenzaron los primeros desarrollos. Inicialmente se traían de Europa variedades de alta performance que se estimaba se adaptarían a las condiciones locales, desarrollando pruebas a campo para demostrar su adaptabilidad para la posterior comercialización. Si bien los resultados fueron exitosos, hace cinco años se decidió complementar esa estrategia con el desarrollo de un Programa de Mejoramiento de Trigo local, orientado al desarrollo de variedades propias para los mercados argentino y uruguayo, además de ejecutar un programa específico para Brasil.


– ¿Cómo se trabajan los desarrollos localmente?

-MK: El proceso de mejoramiento consta de dos etapas. La primera se origina a partir del cruzamiento genético de dos variedades que pueden ser tanto comerciales como líneas experimentales. Nosotros realizamos aproximadamente 400 cruzamientos al año y evaluamos 10.000 surcos de progenie, de los cuales buscamos obtener, al finalizar el proceso de mejoramiento, entre tres y cuatro variedades por año liberadas comercialmente al mercado.

Estos cruzamientos genéticos se realizan con el objetivo de combinar las buenas características de cada una de esas variedades logrando como resultado una población segregante, es decir la descendencia de ese cruzamiento, donde cada individuo es una combinación particular de las dos líneas parentales que le dieron origen.

En todo este proceso de cría, que puede demandar dos, tres o hasta cuatro años, se descartan principalmente las combinaciones que no lograron los objetivos buscados.

“Lo que nosotros buscamos es quedarnos con aquellas líneas que tengan las mejores combinaciones.”

(Marcos Kaspar)

Ya en la segunda etapa, comienza un proceso de evaluación y confirmación de los resultados de los materiales experimentales seleccionados -que lleva entre tres y cuatro años- donde se realizan los ensayos comparativos para evaluar tanto sanidad, como calidad y rendimiento, comparándolas con testigos comerciales propios y de la competencia. Recién al finalizar estos ensayos se determina si alguna de las nuevas variedades es potencialmente comercializable y está dentro de las expectativas de los productores.

 

– ¿Cómo implementan las herramientas que ofrece RAGT Europa?

-MK: Si bien en Argentina aplicamos técnicas de mejoramiento genético con métodos tradicionales, las combinamos con todas las herramientas que contamos en Europa. Por ejemplo, realizamos todo lo referente a marcadores moleculares, selección genómica y uso de invernáculo, utilizando también el laboratorio de calidad allí localizado.

Los marcadores moleculares son regiones del genoma que nos dan información de una característica particular que estamos evaluando, por ejemplo, la respuesta de la planta a un determinado patógeno. Los usamos para caracterización de nuestro germoplasma, Selección Asistida por Marcadores Moleculares (SAM) y Selección Genómica (GS).

La selección genómica es una herramienta de vanguardia que analiza miles de marcadores moleculares distribuidos en todo el genoma y, utilizando modelos matemáticos, nos permite predecir la performance de cada material permitiendo acelerar el proceso de mejoramiento.

Por su parte el uso de invernáculos nos posibilita acelerar el proceso completo ya que, al tener ambientes controlados, posibilita realizar más de una generación al año.

Inclusive estamos utilizando herramientas de Inteligencia Artificial (AI) relevando lotes con drones para determinar índice verde y condicionarlo con la tolerancia a sequía mediante modelos matemáticos desarrollados por AI.

La implementación de estas herramientas nos permite desarrollar variedades con las características que demandan los productores, especialmente sobre tres pilares fundamentales: rendimiento, calidad y sanidad.

 

– ¿Están los trigos híbridos en los proyectos de RAGT?

-MK: Eso es todo un tema y RAGT lo toma con mucha seriedad. Estamos trabajando hace tiempo con desarrollos de trigos híbridos, especialmente intentando alcanzar un mayor potencial de rendimiento gracias a un mayor vigor híbrido, con mejor adaptabilidad a entornos adversos que cualquiera de sus progenitores.  Estamos desarrollando esta tecnología junto a Bayer y, aunque sabemos que es muy desafiante, tenemos grandes expectativas de que en algunos años podremos tener híbridos en el mercado que permitan maximizar la rentabilidad del productor.

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